Es un procedimiento que, mediante una serie de pasos, permite retirar del rostro residuos de maquillaje, impurezas, células muertas y tonificar los músculos, dejando tu piel completamente renovada. La limpieza, exfoliación, extracción y mascarilla ayudan también a combatir el acné y regenerar la piel, procurando la correcta renovación celular, aportando principios activos como vitaminas, nutrientes e hidratantes, que permiten a la piel alcanzar el equilibrio y su estado óptimo.